jueves, 4 de diciembre de 2014

DE ESTRENO.

 
 
En esa otra dimensión en la que los sueños se cumplen, en la que Gregory Peck me invitaría a un helado, en la que dejaría las decisiones serias para pensarlas mañana mientras me pruebo un vestido hecho de tela de cortina, en la que jugaría a ser capaz o incapaz con mi amigo de la infancia, en la que el tren del amanecer dejaría atrás a un pretendiente ruso de gris mirada, en la que me invitarían a bailar en la calle en una noche de verano, en la que cantaría bajo la lluvia acompañada de la guitarra de un miope inolvidable... en esa otra dimensión tú, Christian, celebrarías tus triunfos mirándome a los ojos.


En todo caso, y como siempre, que estrenes muchos más. En Londres, en Madrid, o en el fin del mundo. Y yo te los vea.

martes, 25 de noviembre de 2014

ARDE SIN CONSUMIRSE.


 
 
Hace ya un rato que sé que está ahí, puedo verlo por el rabillo del ojo. Pero me hago el tonto. Me pregunto cuánto tiempo podré estar así, eludiéndole, evitando su voz, sus signos extraordinarios.
 
Pero yo creo que debe de haber una equivocación. Yo no soy nadie. No pertenezco a ningún lugar. Mi propio nombre lo dice: Moisés. Fui arrojado a las aguas por miedo a los mismos que después me educaron como príncipe de Egipto. Me amamantó la hebrea que me dio la vida, pero yo crecí amando a la hija del faraón, la hermosa mujer que me enseñó lo que sé y que me acariciaba con las manos más suaves que jamás he conocido.
Ella fue también la encargada de la ingrata tarea de revelarme mi verdadero origen. Crecí como un príncipe de Egipto, pero no lo era. Sólo era el superviviente de una cruel matanza de niños ordenada por el faraón para que aquellos descendientes de José, el intérprete de sueños, no se hiciesen tan numerosos como las arenas del desierto. Yo era un hebreo, aunque me afeitase todo el cuerpo y adorase al sol. Cuando lo supe, algo se rebeló en mi interior. Algo comenzó a arder dentro de mí, sin consumirse nunca. Ese fuego interno se incrementaba cuando me cruzaba con los ojos de mis verdaderos hermanos de raza, cuando veía el sometimiento a que se veían reducidos. Fue en aquel tiempo cuando comencé a escuchar la voz: “Libera a tu pueblo, Moisés”.
Un día la ira me cegó. Yo no era más que un muchacho confundido acostumbrado a mandar y ser obedecido. Aquel capataz fustigaba a un pobre hombre al que el sol y el trabajo habían convertido en un amasijo de huesos. Le ordené que dejase de pegarle, pero él rió. El desprecio y la furia se apoderaron de mí y le maté. Maté al capataz con mis propias manos mientras dentro de mí bramaba el orgullo de mis antepasados. De Abraham, de Isaac, de Jacob. Pero en ese mismo instante el temor se apoderó de mí. Había matado a un hombre por defender a un hebreo. Ya nadie se dignaría a llamarme hijo de Egipto. Sentí miedo y huí al desierto.
Ahora soy pastor de los rebaños de mi suegro. Vivo en el desierto, enamorado de mi esposa Séfora, que me encontró cuando andaba a la deriva, medio muerto de hambre y miedo. Me he dejado crecer el cabello y la barba. No hablo mucho. Y prefiero no escuchar la voz, que sigue ahí, incansable: “Libera a tu pueblo, Moisés”. Intento eludir el destino que esa voz me tiene reservado. Yo no soy nadie. No pertenezco a ningún lugar. No sé hablar en público, ni tengo madera de líder, ni soy todo lo valiente que ha de ser el hombre que mi pueblo anhela con esperanza. 
 
 
Giro ligeramente la cabeza hacia la derecha. Como por casualidad. Y entonces su fulgor atrapa mi mirada. De nuevo esa voz me atrae. De nuevo ese incendio dentro de mí. No puedo apartar la vista y sé que acabaré acercándome y me rendiré a sus palabras…
Es una zarza que arde sin consumirse nunca.    
 

 

domingo, 9 de noviembre de 2014

VEINTICINCO AÑOS.




"Entre tú y yo/mengana mía/ se levantaba
un muro de Berlín hecho de horas desiertas
añoranzas fugaces

tú no podías verme porque montaban guardia
los rencores ajenos
yo no podía verte porque me encandilaba
el sol de tus augurios

y no obstante solía preguntarme
cómo serías en tu espera
si abrirías por ejemplo los brazos
para abrazar mi ausencia

pero el muro cayó
se fue cayendo
nadie supo que hacer con los malentendidos
hubo quien los juntó como reliquias

y de pronto una tarde
te vi emerger por un hueco de niebla
y pasar a mi lado sin llamarme

ni tocarme ni verme
y correr al encuentro de otro rostro
rebosante de calma cotidiana

otro rostro que tal vez ignoraba
que entre tú y yo existía
había existido
un muro de Berlín que al separarnos
desesperadamente nos juntaba
ese muro que ahora es sólo escombros
más escombros y olvido."

(Mario Benedetti).

jueves, 6 de noviembre de 2014

DESDE SIEMPRE, TÚ.


"Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
 
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
 
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.
Cuando tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero."
 
 
 
(Garcilaso de la Vega). 

miércoles, 15 de octubre de 2014

WINTER IS COMING...


"Aquí
en esta orilla blanca
del lecho donde duermes
estoy al borde mismo
de tu sueño. Si diera
un paso mas, caería
en sus ondas, rompiéndolo
como un cristal. Me sube
el calor de tu sueño
hasta el rostro. Tu hálito
te mide la andadura
del soñar: va despacio.
Un soplo alterno, leve
me entrega ese tesoro
exactamente: el ritmo
de tu vivir soñando.
Miro. Veo la estofa
de que está hecho tu sueño.
La tienes sobre el cuerpo
como coraza ingrávida.
Te cerca de respeto.
A tu virgen te vuelves
toda entera, desnuda,
cuando te vas al sueño.
En la orilla se paran
las ansias y los besos:
esperan, ya sin prisa,
a que abriendo los ojos
renuncies a tu ser
invulnerable. Busco
tu sueño. Con mi alma
doblada sobre ti
las miradas recorren,
traslúcida, tu carne
y apartan dulcemente
las señas corporales,
por ver si hallan detrás
las formas de tu sueño.
No lo encuentran. Y entonces
pienso en tu sueño. Quiero
descifrarlo. Las cifras
no sirven, no es secreto.
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
un soñar mío empieza
al borde de tu cuerpo;
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño."

(Luis Cernuda)

jueves, 9 de octubre de 2014

AMADO INMORTAL.


"La gente dice que estoy loco al hacer lo que hago.
Bien, me han dado toda clase de advertencias
para salvarme de la ruina.
Cuando digo que me encuentro bien
ellos me miran un poco raro.
'Seguramente no eres feliz ahora que no juegas más el juego'

La gente dice que soy un holgazán
al llevar mi vida entre sueños.
Bien, me han dado toda clase de consejos
diseñados para "alumbrarme".
Bueno, yo les digo que hago bien
al mirar las sombras en el muro.
"No pierdas el gran tiempo, muchacho
no siempre serás fuerte".

Sólo estoy parado aquí
mirando las ruedas girar y girar.
Realmente me encanta ver sus giros.
No más viajes en el "Trenecito de la felicidad".
Es sólo que ya lo dejé ir.

La gente hace preguntas;
se pierde en la confusión
Bien, yo les digo "No hay problema.
Sólo soluciones"
Bueno, ellos sacuden sus cabezas
y me miran como si hubiese perdido la razón.
Yo les digo "No hay prisa.
Sólo estoy parado aquí haciendo tiempo"

Sólo estoy parado aquí
mirando las ruedas girar y girar.
Realmente me encanta ver sus giros.
No más viajes en "El trenecito de la felicidad"
Es sólo que ya lo dejé ir.
Es sólo que ya lo dejé ir.
Es sólo que ya lo dejé ir. "

("Watching the wheels", John Lennon)

PD: Amado mío, hoy cumplirías años. Aunque hace ya mucho que eres inmortal.

lunes, 6 de octubre de 2014

EL PÁJARO VOLÓ.


"Una vez tuve una chica, 
o más bien debería decir que ella me tuvo a mí.
Me enseñó su habitación,
¿no es genial?
Madera noruega.
 
Me pidió que me quedara y que me sentará en cualquier sitio.
Yo miré en torno a mí y me di cuenta de que no había ninguna silla.
 
Me senté en una  alfombra,
perdiendo mi tiempo,
bebiendo su vino.
Hablamos hasta las dos,
y entonces ella dijo 'es hora de irse a la cama'.
Me dijo que trabajaba por la mañana y empezó a reirse.
Yo le dije que no, y acabé reptando para dormir en la bañera.
 
Y cuando desperté, estaba solo.
El pájaro voló.
 
Pues, encendí un pequeño fuego.
¿No es genial?
Madera noruega." 
 
("Norwegian wood (this bird has flown)", The Beatles).
 
 
 
 


jueves, 25 de septiembre de 2014

FALSAS APARIENCIAS.



"¡Sólo tu nombre es mi enemigo! ¡Porque tú eres tú mismo, seas o no Montesco! ¿Qué es Montesco? No es ni mano, ni pie, ni brazo, ni rostro, ni parte alguna que pertenezca a un hombre. ¡Oh, sea otro nombre! ¿Qué hay en un nombre? ¡Lo que llamamos rosa exhalaría el mismo grato perfume con cualquiera otra denominación! De igual modo Romeo, aunque Romeo no se llamara, conservaría sin este título las raras perfecciones que atesora. ¡Romeo, rechaza tu nombre; y a cambio de ese nombre, que no forma parte de ti, tómame a mi toda entera!"
 
(Extracto de la Escena del Balcón, "Romeo y Julieta", de William Shakespeare)
 
 
 
 
 
PD: En este mundo nuestro en el que tanto nos hemos acostumbrado a valorar el envoltorio de las cosas y las personas, quizá deberíamos aprender de esa adolescente medieval, capaz de obviar prejuicios de odios ajenos para entregarse a la sinceridad de su propio entendimiento.

martes, 23 de septiembre de 2014

EN LA PUERTA DE UN NUEVO TIEMPO...



"Cuando mi pensamiento va hacia ti,
se perfuma; tu mirar es tan dulce que se torna profundo.
Bajo tus pies desnudos aún hay blancor de espuma,
y en tus labios compendias la alegría del mundo.

El amor pasajero tiene el encanto breve,
y ofrece un igual término para el gozo y la pena.
Hace una hora que un nombre grabé sobre la nieve;
hace un minuto dije mi amor sobre la arena.

Las hojas amarillas caen en la alameda,
en donde vagan tantas parejas amorosas.
Y en la copa de Otoño un vago vino queda
en que han de deshojarse, Primavera, tus rosas."
 
("Versos de Otoño, Rubén Darío)

viernes, 19 de septiembre de 2014

EN FIESTAS.


"Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera.
Yo conocí, siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado
en una noche de fiesta.
Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!"
 
(Antonio Machado).


miércoles, 17 de septiembre de 2014

MALOS TIEMPOS PARA LOS SOÑADORES.


Cuando tras larga temporada en la que el mundo y sus exigencias me aparta de mi interés primero, la poesía y su belleza, me resulta fácil echarle la culpa a la rapidez del siglo que me toca. El tiempo ha dejado de tener la cadencia que mecía la pluma de mis escritores favoritos. Las ciudades se acercan peligrosamente en distancias que ya somos capaces de recorrer en pocas horas, en pocos minutos incluso. La incertidumbre de los acontecimientos por conocer dura los escasos segundos que transcurren entre su captación y la publicación en cualquier red social. ¿A quién ha de interesar, con tales premisas, la poesía? ¿Quién se va a tomar la molestia de leer unas escasas palabras escritas con el afán de multitud de horas de trabajo, de noches sin dormir, de instantes robados a la vida misma?
 
Quizás sea una ilusa. En el fondo de mí misma, desde que no era más que una renacuaja, siempre he sabido que mi manera de ver el mundo obtendría la incomprensión de quienes me rodean. La rapidez del siglo que me toca en suerte me ha hecho desesperarme, desilusionarme y volver a empezar. Me cuesta un soberano esfuerzo adaptarme a lo novedoso de todos estos sistemas que nacen con el fin de acercarnos y nos separan aún más. Aún así, no cejo en mi empeño. Alguien habrá por ahí que haya, como yo, dejado transcurrir el paso de las horas con un libro entre las manos, sintiendo la hierba crecer bajo los pies descalzos. Alguien que sepa lo que significa la larga espera de los días hasta recibir la ansiada carta que quema nuestras manos al ser recibida. Alguien que haya sentido en las puntas de sus dedos el vibrar de aquello que se desea y aún no se posee.
 
Muchas han sido las veces en las que he intentado poner por escrito la poesía que bulle dentro de mí hasta casi hacerme enloquecer. La pluma arde entre mis dedos. Y, cuando el tiempo transcurre sin que sea capaz de plasmar todas esas palabras, le echo la culpa a la rapidez del mundo. A las exigencias de la vida, esa otra existencia que transcurre paralela a la vida íntima que llena mi cabeza de palabras. ¿Siempre habrá que escoger: vivir, escribir? Y entonces pienso en él. En Lope. Nada en él fue incompatible. Y todo, pura contradicción. Se dejó llevar por el mundo que le tocó y, a su vez, escribió algunas de las palabras más hermosas que aún pueden leerse. ¿La rapidez de este siglo nuestro se llevará también sus palabras? Me niego a ello. Quien describió de manera tan colosal el sentimiento humano no puede ser olvidado. Jamás. Jamás. Jamás. 
 
Volvamos de nuevo a recitar- como nos enseñaron en el colegio- aquellos maravillosos versos de uno de nuestros soñadores favoritos:
 
"Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe."

(Lope de Vega)

lunes, 15 de septiembre de 2014

LET ME INTRODUCE MYSELF.


 
"En ocasiones, soy un monje. En otras, una pulga de circo."
(John Lennon)
 
 
 
 
 
 
PD: Tomemos prestada una frase del maestro para definir este espacio. No creo que lo tome a mal.